Puertas cerradas

No le gustan las puertas cerradas, pues le privan del breve momento de sentirse vivo que supone no tener que atravesarlas.

El precio de los sueños

Soñar no es gratis. Despierta y lo sabrás.

Monstruos

Bajo la cama de nuestros hijos, monstruos. Bajo la tuya, yo.

Palabras arrojadizas

Si alguien te alza la mano, arrójale palabras o huye.

Sueños de vivos

Estoy harto de aparecer en los sueños de los vivos.

Miedos ignorados

Necesito contarle mis miedos a alguien que no me escuche.

Llanto en la pared

Escucho cada día el llanto de mi vecino a través de las paredes. El sonido es más nítido y los sollozos más desconsolados desde que murió.

Sueños y sonrisas

Entra en uno de mis sueños, quizá cuando despertemos seas capaz de devolverme una sonrisa.

Pregunta especular

¿En qué lado del espejo estoy?

Telaraña de miradas

Quedó atrapado en la telaraña de miradas oblícuas del atestado ascensor del hospital.

Sueños hurtados

Álguien entra en mi habitación cada noche y me roba gran parte de mis sueños.

Deseos crionizados

Crionizo todos mis deseos no cumplidos.

Instante hipotecado

El anciano que te mira entre los visillos al pasar bajo su ventana ha comprado a plazos ese instante.

El cajón de los miedos

Abrir el cajón de mis miedos esperando que ya no estén no hace sino llenarlo más. Un día no voy a poder volver a cerrarlo y tendré que huir.

La llamada

Al descolgar el teléfono he escuchado mi voz, diciéndome: "Llámame mañana". Ayer me pasó lo mismo.

Habitantes del espejo

Sé que hay álquien más tras el espejo, a un lado. A veces veo su estela al esconderse.

Para ti

Si me muriera no podría seguir haciendo realidad el resto de tus deseos.

Cápsulas de miedo

En el bolsillo de su camisa guarda cápsulas de miedo, ideales para controlar los momentos de euforia.

Inanición

Se alimentaba de miradas amables. Murió de inanición.

Calculando la felicidad

Dejó a su psicólogo y se encomendó a un matemático. Le recomendó convertir su felicidad en una división entre gritos y sonrisas.