Miedos ignorados

Necesito contarle mis miedos a alguien que no me escuche.

El cajón de los miedos

Abrir el cajón de mis miedos esperando que ya no estén no hace sino llenarlo más. Un día no voy a poder volver a cerrarlo y tendré que huir.

Cápsulas de miedo

En el bolsillo de su camisa guarda cápsulas de miedo, ideales para controlar los momentos de euforia.

Puertas

Puertas de doble hoja, portones, cancelas, puertas de cristal biselado, ¡puertas con visillo!
La puerta de una iglesia, de un colegio, de un castillo.
Puertas de madera, puertas de hierro, acero o aluminio.
Una puerta rojiza y despintada, una puerta desvencijada.
Puertas lisas, puertas con relieve, puertas funcionales, ¡puertas con cerradura!
Puertas abatibles, corredizas, venecianas, basculantes.

Puertas...

Si están cerradas son aterradoras. Tras ellas se esconden los demonios que habitan en el infierno de tu mente.
Pero si la puerta está encajada, el pánico sobre lo incierto se filtra por la rendija y es mejor no abrirlas jamás.